5 acuerdos laborales que cambiarán el empleo en grandes superficies en 2026

El sector de las grandes superficies, un pilar fundamental del consumo y el empleo en muchas economías iberoamericanas, se encuentra en un proceso de constante evolución. La digitalización, los cambios en los hábitos de consumo y las nuevas demandas de los trabajadores están empujando a las empresas y sindicatos a renegociar las condiciones laborales. A partir de 2026, se espera que una serie de acuerdos y convenios colectivos clave marquen un antes y un después en el empleo de este sector. Ibero.news ha analizado las principales tendencias y negociaciones para desglosar 5 acuerdos laborales que se prevé que redefinan las reglas del juego.

1. Nuevos modelos de jornada laboral: flexibilidad y conciliación.
Uno de los puntos centrales de las negociaciones es la búsqueda de una mayor flexibilidad en la jornada laboral que beneficie tanto a la empresa como al empleado. Se esperan acuerdos que permitan una distribución horaria más adaptada a las necesidades de los trabajadores, como la compactación de jornadas, semanas laborales de 4 días (o formatos similares) o la flexibilización de los turnos. El objetivo es mejorar la conciliación de la vida personal y laboral, un factor cada vez más valorado por las nuevas generaciones. Esto podría implicar también la implementación de sistemas de fichaje y control horario más avanzados que garanticen el cumplimiento de estas nuevas modalidades y el respeto al derecho a la desconexión digital.

2. Regulación del teletrabajo y el trabajo híbrido para puestos específicos.
Aunque el grueso del empleo en grandes superficies es presencial, la pandemia demostró la viabilidad del teletrabajo para ciertos perfiles (administración, atención al cliente online, etc.). Los futuros acuerdos buscarán establecer marcos claros para el teletrabajo y el trabajo híbrido, definiendo qué puestos son susceptibles de esta modalidad, cómo se compensan los gastos asociados (luz, internet), y cómo se garantiza la igualdad de oportunidades y el desarrollo profesional de los empleados que opten por esta opción. Esto también implica una mayor inversión en herramientas digitales y ciberseguridad para garantizar la eficiencia y la protección de datos.

3. Escaladas salariales ligadas a la productividad y la evolución del IPC.
Ante la persistencia de la inflación y la presión por mejorar el poder adquisitivo, los acuerdos salariales cobrarán especial relevancia. Se anticipa que las negociaciones se centrarán en establecer revisiones salariales ligadas tanto a la productividad del negocio como a la evolución del Índice de Precios al Consumo (IPC). La meta es asegurar que los salarios no pierdan poder adquisitivo y que los empleados se beneficien del buen desempeño de las empresas. Además, podrían explorarse nuevos modelos de incentivos y participación en beneficios para alinear los intereses de trabajadores y empresas.

4. Planes de formación y reciclaje profesional ante la automatización.
La automatización y la inteligencia artificial están transformando las tareas en las grandes superficies, desde la gestión de almacenes hasta la atención al cliente (ver "10 usos sorprendentes de la IA que ya están transformando la vida cotidiana"). Los acuerdos laborales de 2026 incluirán, previsiblemente, planes ambiciosos de formación y reciclaje profesional. Estos planes buscan dotar a los empleados de nuevas habilidades digitales y de gestión, garantizando su empleabilidad en un entorno cambiante y facilitando su adaptación a nuevos roles. La inversión en formación será clave para evitar la brecha de habilidades y para promover una transición justa hacia un futuro del trabajo más tecnológico.

5. Medidas de igualdad y diversidad más ambiciosas.
La agenda de igualdad y diversidad seguirá ganando terreno. Los futuros acuerdos laborales no solo buscarán cerrar la brecha salarial de género, sino también promover la presencia equilibrada de hombres y mujeres en todos los niveles jerárquicos y en puestos de responsabilidad. Se implementarán medidas para prevenir el acoso y la discriminación, y se impulsarán políticas de inclusión para colectivos diversos. Además, se prestará especial atención a la protección de la salud mental de los trabajadores, un aspecto que ha cobrado vital importancia en los últimos años, con programas de apoyo y recursos específicos.

Estos 5 puntos marcan una hoja de ruta para un futuro laboral más adaptado, justo y productivo en las grandes superficies. Las empresas que sepan anticiparse y abrazar estos cambios serán las que mejor posicionadas estén para atraer y retener el talento en un mercado cada vez más competitivo. La capacidad de diálogo y acuerdo entre empleadores y trabajadores será fundamental para navegar esta transformación.


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